Desde el lanzamiento del DJI Phantom 1, hemos visto una auténtica revolución en el concepto de fotografía y grabación aérea, ya que han proliferado dispositivos de similares características, que ponen al alcance de cualquiera la oportunidad de sentirte, por unos minutos, un águila acechando los cielos.
Quizá este sentimiento que tenemos los humanos, relacionado con la idea de poder volar, y ver todo lo que diariamente observamos, pero desde otra perspectiva, es lo que nos hace sentir esa tremenda curiosidad por llegar a donde antes no podíamos llegar, y fotografiar lo que hace unos años era imposible.